Un policía nacional, fuera de servicio, provocó el pánico en la sala Maruja de Coslada. Según informa El Confidencial, el hombre, que se encontraba en claro estado de embriaguez, sacó su arma reglamentaria para apuntar a dos personas con las que había discutido anteriormente.
Ante esta situación, el local, que se encontraba completo de aforo, se convirtió en un auténtico caos, ya que los clientes, al ver la situación, trataron de salir del lugar presa del pánico.
La Policía Nacional acudió hasta la sala para detener al autor de los hechos, que se opuso y mostró una actitud violenta en el momento de la detención, y continuó propinando patadas durante todo el trayecto del vehículo que le transportaba, llegando a romper la pantalla destinada a evitar las agresiones a las autoridades por parte de los detenidos.
Muchos de los allí presentes, al ser preguntados por la Policía, aseguraron que creían que se trataba de un ataque terrorista, por lo que salieron corriendo inmediatamente. Afortunadamente, no hay que lamentar ninguna desgracia.
Ante los hechos y el agravante de su actitud, La Jefatura Superior de la Policía de Madrid ha relegado de sus funciones, y le ha retirado el arma al agente en cuestión.
El detenido trabaja en la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana. Atentado contra agente de la autoridad, amenazas con armas de fuego, resistencia y desobediencia, son algunos de los numerosos delitos de los que se le imputa.