El catastro confeccionado a instancia del marqués de la Ensenada en 1751 aporta un conjunto de datos de singular relevancia sobre Coslada en el aspecto socio-económico.
Su elaboración está fechada el día 20 de marzo de 1751, bajo la dirección de don Agustín Sebastián y Ortiz, consejero del Consejo Real y pagador de la Real Audiencia de Aragón.
Las noticias que ofrece con relacional a la historia de Coslada son abundantes. La actividad económica de la población sigue siendo el sector primario, en especial, la agricultura.
Según los datos proporcionados por las respuestas generales del Catastro del Marqués de la Ensenada, en la segunda mitad del siglo XVIII había treintaiún labradores y cinco jornaleros que contaban con veinte mulas, siete jumentos y trece bueyes. Los vecinos apenas disponían de propiedades personales, puesto que sus propietarios eran de los grandes señores (marqués de Estepa y conde de Barajas) y caballeros que residían en Madrid. Nobles como el marqués de San Vicente, conde de Paredes, marqués de San Gil, condes de la Vega Del Pozo, etc.
El concejo municipal disponía de dos solares arruinados, dos prados (uno de diez fanegas contiguo a las casas del pueblo y otro de cincuenta fanegas que servía de pasto al ganado de labor y arrendado para el disfrute del ganado lanar), y tierras de secano que arrendaba anualmente. Disponía de una era de trillar, un edificio del concejo y una taberna que arrendaba anualmente. Con el arrendamiento de las propiedades del concejo se pagaban los derechos señoriales al marqués de Estepa que sumaban unos trescientos veinticinco reales al año. Además de pagar los gastos de las fiestas de San Pablo, patrón de esta villa, y de la organización de las procesiones de Semana Santa que alcanzaban los cuatrocientos treinta reales anuales.