Los Episodios Nacionales, de Benito Pérez Galdós, recogen la sublevación de julio de 1854. En varias páginas se hace referencia a personas y lugares relativos a Coslada, que se hallaban implicados como simpatizantes o no de la contienda.
La sublevación del año 1854, fue iniciada por el general Leopoldo O´Donnell el 28 de junio de 1854, pero el enfrentamiento tuvo lugar dos días después con las tropas fieles al gobierno en Vicálvaro —lo que daría nombre a la rebelión: «La Vicalvarada»—, para arrojar del poder al partido moderado.
Vicávaro era pueblo y cantón militar próximo a Madrid, entre Coslada con Canilleras y Ambroz a su izquierda. Aquel combate quedaría indeciso (ambos bandos se declararon vencedores) por lo que O’Donnell se retiró por la Mancha hacia Andalucía en busca de que otras unidades militares se sumaran al movimiento.
En los Episodios Nacionales
Don Benito Pérez Galdós en su obra Episodios Nacionales (cuarta serie, volumen 34), hace referencia en varias páginas a personas y lugares, unos de ficción o figurados y otros reales, relativos a Coslada, entre otras que se hallaban implicadas como simpatizantes o no de la contienda.
Los personajes figurados, entre otros, son: María Ignacia, Pepillo y Andúrez. Los dos primeros en su viaje desde Alcalá a Madrid aluden directa e indirectamente a Coslada. Maria Ignacia y Pepillo leen una carta que parece dirigía Virginia a su esposo.
En un párrafo de la citada carta dice: «Te escribo en la sacristía de la parroquia de un pueblo (sin decirlo, aluden a Coslada) que no es de los más chicos ni de los más feos».
Páginas 107 y 113
En el último renglón de la página 107, pasando a la siguiente, se dice: «El pueblo donde ahora se encuentra es Coslada, a mano derecha del Camino Real, más allá de Canillejas…» Siguen hablando de trasladar a Coslada a un tal Zafrilla, pareciendo ello asunto de espionaje porque lo mismo en Coslada que en Canilleras, Vicálvaro y Torrejón de Arroz se guardaban en casas particulares los cabecillas de uno u otro bando.
En la página 113, uno de estos personajes se pregunta: «¿Qué haría yo? ¿Seguir mi camino hacia Coslada, móvil primero de mi viaje…? Y por fin me dije: Señor, lo primero es la patria, que hoy está en el filo de perderse o salvarse». Añade: «Y consideré que para visitar a los bárbaros de Coslada lo mismo da un día que otro. Los gritos más generales eran: ¡Viva Isabel II! ¡Viva la libertad! ¡Mueran los polacos! ¡Viva la Reina!»
Páginas 117 y 121
En la página 117: «Ya de madrugada supe por mis amigos Serra y Partofido que Echagüe tenía orden de ponerse en camino a la mañana siguiente, tomando la dirección de Coslada. A Coslada iría yo también, haciendo de la página histórica y de la novelesca una sola página.»
Pagína 121: «Salieron dos divisiones; la una mandada por Duce y la otra con O´Donnell, en dirección a Vicálvaro. A la impedimenta de ésta me agregué yo gozoso, con la idea de pasar por Coslada. En esto me equivoqué, porque el paso fue por un sitio distante media legua del pueblo en que los salvajes residían.»
En la búsqueda de Leoncio Sebo le dicen a Rodriguín: «Haz por encontrarlo, Rodriguillo; deseo conocerle, preguntarle por su mujer. ¿Tú que crees? ¿Leoncio se habrá vuelto a Coslada?… Si estuvo en Alcalá, de Alcalá se vino aquí con las tropas. ¿Le habrá seguido en estos trotes su mujer?»
En el trasiego de la búsqueda de unos a otros vemos en la página 132 que uno dice: «¿Dónde está mi gente? Se me ha secado la boca de tanto preguntar… Por fin, señor, en la puerta de la iglesia me encontré a un yesero de Coslada; vivía pared por medio de la casa donde se albergaban Leoncio y Mita; le llamaban el tío Meas… Me dijo que con mi hermano había venido su mujer, la cual todo el tiempo que duró el tiroteo estuvo en casa de unas viejas que las apodan ‘las cangregas’.»
Aunque, las escenas principales eran en Madrid y Vicálvaro, sí concierne mucho de este trasiego por las andanzas de los cosladeños en el favorecer, encubrir o ayudar a unos u otros contendientes.
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Bibliografía:
- Coslada, su vida e historia – Emilio Martín Encinas