La Policía Local de Coslada ha desarrollado en los últimos días una campaña de vigilancia y control de alcoholemia y drogas entre conductores, adhiriéndose a la promovida por la DGT para que se realicen estos controles en vías urbanas.
Se ha dado la circunstancia de que en el presente año la campaña ha coincidido con el periodo de las Fiestas Patronales de 2019, lo que resulta relevante a la hora de contextualizar y ponderar el conjunto de los resultados obtenidos.
De los doscientos setenta y siete (277) conductores evaluados a lo largo de ese periodo por posible consumo de alcohol, se registraron cinco (5) positivos. De ellos, a tres conductores se le constató una tasa que superaba los 0,60 mgrs. por litro de aire espirado, por lo que la Policía Local de Coslada les instruyó diligencias para su tramitación, por vía penal, como presuntos responsables de un delito contra la Seguridad del Tráfico (art. 379.2 del Código Penal).
Cabe recordar que este delito está penado con prisión de 3 a 6 mes , o multa de 3 a 6 meses, que puede ser sustituida por trabajos en beneficio de la Comunidad de 31 a 90 días, además de la privación del derecho de conducir de 1 a 4 años.
En los casos de los dos conductores restantes, el valor de la tasa positiva detectada dio lugar a sendas denuncias administrativas.
Drogas
Respecto a los controles de drogas, de las cinco (5) pruebas practicadas a otros tantos conductores, tres (3) arrojaron un resultado positivo, dando lugar también a la formulación de las denuncias correspondientes.
Hay que subrayar que si bien no constituye infracción penal, conducir con presencia de drogas en el organismo conlleva una multa de 1.000 euros y la detracción de de seis puntos en el permiso de conducir, por infracción muy grave.
El objetivo de este tipo de acciones, coordinadas entre la Administración Central (Ministerio del Interior) y las Administraciones Locales que se adhieren a las mismas, es concienciar a los conductores de que no solamente el alcohol y la conducción es un binomio peligroso, sino que las drogas y la conducción son, en numerosas ocasiones, sinónimo de muerte.