David Llorente, profesor de Bellas Artes y experto en escultura, ha instalado en Coslada una obra que fusiona el arte escultórico con la lengua de signos.
Inspirado desde sus inicios en la capacidad expresiva de las manos, Llorente ha impulsado desde 2018 un proyecto docente que explora la relación entre escultura y lengua de signos. Ahora, con la colaboración del Ayuntamiento de Coslada, esta idea toma forma monumental en una escultura de bronce de dos metros y medio de altura, situada en el cruce de las calles Argentina y Colombia, frente a la Concejalía de Igualdad y Diversidad.
Una escultura para celebrar la igualdad y la inclusión
La obra representa dos manos haciendo el signo de «igualdad», creadas a partir de un modelado natural ampliado mediante tecnología 3D. Llorente destaca el proceso creativo: “El modelo original en plastilina blanca era muy sutil, recordando una escultura clásica en mármol blanco, aunque en este segundo modelado ampliado hubo que ajustar detalles que en tamaño real resultaban bien, pero no se sostenían a gran escala”. Este modelo fue el paso previo a la producción en bronce de la pieza final.
Para esta obra, el artista utilizó como modelo las manos de César, el hijo de unos amigos con síndrome de Down, cuyas manos, describe Llorente, “tienen una fuerza y delicadeza especiales que enfatizan el mensaje de inclusión y diversidad”. La elección de las manos de César simboliza el compromiso de la obra con la igualdad universal, aportando “una cadencia musical y un ritmo poético” que da vida a la escultura.
La expresión plástica de la lengua de signos
La escultura permite observar desde diferentes ángulos cómo las manos se desplazan en el espacio y adquieren ritmos únicos al ir rotando en la rotonda donde se encuentra. Llorente subraya que el dinamismo de la escultura ofrece “vistas potentes desde algunos puntos, mientras que en otros los dedos caen con sutileza, generando una diversidad de percepciones visuales”.
A lo largo del proceso, Llorente contó con la colaboración de la profesora Sonia Cabello García, vicedecana de Estudiantes, Inclusión, Igualdad y Mediación en la Facultad de Bellas Artes. Cabello apoyó en varios aspectos del proyecto, que no solo celebra la diversidad, sino que también introduce al público a la estética y poética de la lengua de signos.
Un proyecto inclusivo y artístico que conecta generaciones
El interés de Llorente por el movimiento y la inclusión se refleja en varios de sus proyectos, realizados con estudiantes, en los que las manos en movimiento transmiten discursos sociales y artísticos. Instalaciones de este tipo han estado presentes en la Semana de la Diversidad de Bellas Artes, en un homenaje a María Zambrano, y en un taller en San Lorenzo de El Escorial. Todas estas obras llevan un mensaje en común: la escultura, al igual que la lengua de signos, “otorga movimiento, musicalidad y poética”, uniendo arte y compromiso social.
Con esta monumental obra, David Llorente reafirma el poder del arte para hablar un lenguaje inclusivo y accesible a todos, transmitiendo el mensaje universal de la igualdad a través de la belleza escultórica de las manos en la lengua de signos.