Las defensas critican que la instrucción está llena de irregularidades.
RTVE (16-1-2018) – Los abogados del exjefe de la Policía Local de Coslada, Ginés Jiménez, y de otros cuatro agentes procesados por una supuesta trama de corrupción policial destapada en 2008 que extorsionaba a dueños de locales, han asegurado que no había tal trama ni asociación ilícita.
Así lo han explicado tres letrados antes de que la Audiencia Provincial de Madrid comenzara el juicio contra Ginés Jiménez y otras once personas acusadas de integrar o permitir una presunta trama de policías corruptos destapada en 2008 en el caso Bloque y por la que la Fiscalía pide más de 26 años para el exjefe policial.
El juez de Instrucción número 21 de Madrid investigaba desde diciembre de 2007 una trama de prostitución de origen rumano a raíz de las denuncias de varias prostitutas que ofrecían sus servicios en un polígono del distrito madrileño de Vicálvaro.
Las pesquisas seguidas por el Grupo XVI de la Brigada de Policía Judicial revelaron que varios agentes de la Policía local de Coslada extorsionaban a estas prostitutas. Al mismo tiempo, varios empresarios de esta localidad denunciaron el acoso que sufrían por parte del jefe del Cuerpo, Ginés Jiménez.
La Sección 17 de la Audiencia madrileña juzga desde este lunes y hasta el 23 de marzo, con varias sesiones cada semana, a Ginés Jiménez Buendía, a su mujer, a su hijo, a tres ciudadanos rumanos relacionados con la prostitución y a seis agentes de la localidad.
Los ciudadanos rumanos, según el informe de la Fiscalía, solicitaban a las meretrices «una cantidad económica de manera semanal, de entre 300 y 600 euros, mediante amenazas como requisito previo para poder desarrollar la prostitución». Además, obligaban a las mujeres a acudir al polígono «hasta 15 días seguidos y a mantener una dieta alimenticia más que precaria».
El sheriff de Coslada llegó a encañonar a comerciantes
El sumario de la Operación Bloque reveló cómo el supuesto cabecilla de la trama de corrupción policial en Coslada, el oficial jefe Ginés Jiménez, presionaba a los dueños de los comercios y bares que extorsionaba. Según la investigación, el sheriff de Coslada llegó a encañonar a comerciantes, mientras que a otros les espetaba: «Aquí el que mando soy yo, ni el Ayuntamiento ni nadie».
El quinto tomo del sumario de la supuesta red mafiosa destapa el abuso de poder de Ginés sobre los dueños de locales y bares de Coslada, a quienes acosaba con varias medidas de presión, como inspecciones diarias, levantamientos arbitrarios de actas o controles de alcoholemia frente a los establecimientos.
Según las diligencias, el sheriff aprovechaba su cargo de oficial jefe para obtener «favores sexuales» de las meretrices «sin contraprestación a cambio», «explotar comercios en su propio beneficio, consumir y distribuir sustancias estupefacientes y apropiarse de efectos intervenidos, entre otros hechos delictivos».
Comienza el juicio tras diez años de instrucción
El juicio arranca tras diez años de instrucción judicial con numerosos recursos de diferentes partes. Las detenciones se practicaron en mayo de 2008 en el marco de la denominada operación Bloque, en la que fueron arrestados 26 agentes, varios de los cuales estuvieron en prisión provisional.
Ginés Jiménez ha declinado hacer declaraciones a la prensa por respeto al tribunal, pero su letrado, Oskar Zéin, ha recordado que hasta mayo de 2012 «había una presunta conexión por presunta asociación ilícita, pero quedó archivada» tras una sentencia del Juzgado de Instrucción 21 de Madrid que ratificó la Audiencia Provincial.
«Ya no hay trama, ya no hay asociación, ya no ha organización. Son hechos absolutamente distantes y distintos para unos y otros» acusados, ha sostenido, tras destacar que los delitos que se imputan a su defendido no tiene relación con los que se imputan al resto de procesados.
Siete de los 26 agentes detenidos van a juicio
Ha hecho hincapié en que de los 26 agentes arrestados en mayo de 2008 en la denominada operación Bloque solo siete van a juicio, y lo hacen diez años después.
El letrado Eulogio García, que representa a tres de los policías procesados, también ha sostenido que «no hay asociación ilícita, ni extorsión, ni absolutamente nada», porque se declaró el sobreseimiento.
«Sí hay una instrucción mala», con dilaciones indebidas, ha afirmado, algo que considera «indignante» y «un fracaso absoluto de la instrucción de la justicia» en el que «habría que entrar a fondo».
García ha subrayado que todos los gentes procesados, salvo Ginés Jiménez, volvieron a trabajar e incluso han recibido felicitaciones por su trabajo, pero las detenciones de 2008 les dejaron «hundidos».
Por su parte, Marcos García Montes, letrado de otro agente, ha explicado que «es una instrucción realizada con los pies» que «empezó en la Comisaría de San Blas y acabó en la UDYCO central (Unidad contra el Crimen y la Delincuencia Organizado) sin que se diera traslado del procedimiento» y que acumula «numerosas irregularidades» y «nulidades».
Ha asegurado que su cliente no sabe de qué se le acusa, solo que va a juicio por coacciones y ha destacado que estuvo en prisión provisional pero finalmente la Fiscalía solo pide para él una multa. «No hay ni trama ni bloque… no sabemos si bloque de hormigón o armado», ha bromeado.